Soledad. . . . .
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
Soledad. . . . .
Querida Soledad.
Hoy me acorde de ti, no se el porque y tampoco me lo quiero preguntar, pero lo que te puedo decir. Ya te lo dije.
Hoy me acorde de ti, no se el porque y tampoco me lo quiero preguntar, pero lo que te puedo decir. Ya te lo dije.
Nadie- Mensajes : 6011
Fecha de inscripción : 07/07/2015
Re: Soledad. . . . .
Como ves, me acuerdo de ti.
Nadie- Mensajes : 6011
Fecha de inscripción : 07/07/2015
Re: Soledad. . . . .
Como llegaste, Soledad
Cómo llenarte, soledad,
sino contigo misma...
De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
quieto en ángulo oscuro,
buscaba en ti, encendida guirnalda,
mis auroras futuras y furtivos nocturnos,
y en ti los vislumbraba,
naturales y exactos, también libres y fieles,
a semejanza mía,
a semejanza tuya, eterna soledad.
Me perdí luego por la tierra injusta
como quien busca amigos o ignorados amantes;
diverso con el mundo,
fui luz serena y anhelo desbocado,
y en la lluvia sombría o en el sol evidente
quería una verdad que a ti te traicionase,
olvidando en mi afán
cómo las alas fugitivas su propia nube crean.
Y al velarse a mis ojos
con nubes sobre nubes de otoño desbordado
la luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
te negué por bien poco;
por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
por quietas amistades de sillón y de gesto,
por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
por los viejos placeres prohibidos
como los permitidos nauseabundos,
útiles solamente para el elegante salón susurrado,
en bocas de mentira y palabras de hielo.
Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
que yo fui,
que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
limpios de otro deseo,
el sol, mi dios, la noche rumorosa,
la lluvia, intimidad de siempre,
el bosque y su alentar pagano,
el mar, el mar como su nombre hermoso;
y sobre todo ellos,
cuerpo oscuro y esbelto,
te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
y tú me das fuerza y debilidad
como el ave cansada los brazos de la piedra.
Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
oigo sus oscuras imprecaciones,
contemplo sus blancas caricias;
y erguido desde cuna vigilante
soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
por quienes vivo, aún cuando no los vea;
y así, lejos de ellos,
ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
roncas y violentas como el mar, mi morada,
puras ante la espera de una revolución ardiente
o rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.
Tú, verdad solitaria,
transparente pasión, mi soledad de siempre,
eres inmenso abrazo;
el sol, el mar,
la oscuridad, la estepa,
el hombre y su deseo,
la airada muchedumbre,
¿qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día;
en ti, mi soledad, los amo ahora.
Cómo llenarte, soledad,
sino contigo misma...
De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
quieto en ángulo oscuro,
buscaba en ti, encendida guirnalda,
mis auroras futuras y furtivos nocturnos,
y en ti los vislumbraba,
naturales y exactos, también libres y fieles,
a semejanza mía,
a semejanza tuya, eterna soledad.
Me perdí luego por la tierra injusta
como quien busca amigos o ignorados amantes;
diverso con el mundo,
fui luz serena y anhelo desbocado,
y en la lluvia sombría o en el sol evidente
quería una verdad que a ti te traicionase,
olvidando en mi afán
cómo las alas fugitivas su propia nube crean.
Y al velarse a mis ojos
con nubes sobre nubes de otoño desbordado
la luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
te negué por bien poco;
por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
por quietas amistades de sillón y de gesto,
por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
por los viejos placeres prohibidos
como los permitidos nauseabundos,
útiles solamente para el elegante salón susurrado,
en bocas de mentira y palabras de hielo.
Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
que yo fui,
que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
limpios de otro deseo,
el sol, mi dios, la noche rumorosa,
la lluvia, intimidad de siempre,
el bosque y su alentar pagano,
el mar, el mar como su nombre hermoso;
y sobre todo ellos,
cuerpo oscuro y esbelto,
te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
y tú me das fuerza y debilidad
como el ave cansada los brazos de la piedra.
Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
oigo sus oscuras imprecaciones,
contemplo sus blancas caricias;
y erguido desde cuna vigilante
soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
por quienes vivo, aún cuando no los vea;
y así, lejos de ellos,
ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
roncas y violentas como el mar, mi morada,
puras ante la espera de una revolución ardiente
o rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.
Tú, verdad solitaria,
transparente pasión, mi soledad de siempre,
eres inmenso abrazo;
el sol, el mar,
la oscuridad, la estepa,
el hombre y su deseo,
la airada muchedumbre,
¿qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día;
en ti, mi soledad, los amo ahora.
Autor: Luis Cernuda
- Fuente:
- http://www.poemas-del-alma.com/como-llenarte-soledad.htm
Nadie- Mensajes : 6011
Fecha de inscripción : 07/07/2015
Re: Soledad. . . . .
Querida Soledad.
No busques, lo que no quieres encontrar. Tuya fue la idea de dejarlo todo, de que no hubiese un presente ni un futuro. No busques, quizás y solo quizás sea lo mejor... para ti.
Ya no me preguntes que siento por ti, porque por sentir sabes bien lo que siento. Pero ahora ya es demasiado tarde.
Quien siempre te ha querido.
Nadie.
No busques, lo que no quieres encontrar. Tuya fue la idea de dejarlo todo, de que no hubiese un presente ni un futuro. No busques, quizás y solo quizás sea lo mejor... para ti.
Ya no me preguntes que siento por ti, porque por sentir sabes bien lo que siento. Pero ahora ya es demasiado tarde.
Quien siempre te ha querido.
Nadie.
Nadie- Mensajes : 6011
Fecha de inscripción : 07/07/2015
Re: Soledad. . . . .
Que Se Llama Soledad - Joaquín Sabina
Nadie- Mensajes : 6011
Fecha de inscripción : 07/07/2015
Re: Soledad. . . . .
Hola, Soledad.
Hace tiempo que no te había dicho nada, pero que sepas que ya no hay nada mas que decir. Todo esta dicho y como tu me comentabas, sobre tu mano. Gracias.
Hace tiempo que no te había dicho nada, pero que sepas que ya no hay nada mas que decir. Todo esta dicho y como tu me comentabas, sobre tu mano. Gracias.
Nadie, pueda saber cuanta riqueza tiene su espiritu
hasta que no se enfrenta a su Soledad
Con asiduidad...
Es esta Soledad luminosa la que canta Lope de Vega
"A mis Soledades Voy, de mis Soledades Vengo"
hasta que no se enfrenta a su Soledad
Con asiduidad...
Es esta Soledad luminosa la que canta Lope de Vega
"A mis Soledades Voy, de mis Soledades Vengo"
Nadie- Mensajes : 6011
Fecha de inscripción : 07/07/2015
Página 1 de 2. • 1, 2
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.